Kiki es el heroe

Kiki era un nano bot que habitaba en el mundo desconocido de los sistemas robóticos, precisamente el nano mundo, de una máquina dedicada a crear nano bots como él que son capaces de realizar mil y un tareas que son necesarias en un mundo altamente tecnológico. Este pequeño robot inteligente acostumbrado a las tareas más complicadas pronto se ‘sintió’ solo debido a que un parásito entró al disco principal de su creador y lo arruinó prácticamente por completo. A partir de ese momento esta máquina dañada por el parásito maligno solo se dedicó a crear robots tontos e inservibles que no sabían hacer prácticamente nada y por el contrario estorbaban y estropeaban el mundo que habitaba Kiki. Este nano bot al parecer fue el único que no resultó dañado y ahora la misión principal de él (la de nosotros) es la de reparar los sistemas de su creador para restablecer todas sus operaciones y pueda volver a crear robots inteligentes como Kiki y arreglar el mundo de los nano bots nuevamente.

La historia por más descabellada que parezca, porque los robots no tienen sentimientos, puede entenderse mejor si se sabe que los robots pueden cumplir funciones que les son establecidas y entre tantas de esas funciones puede estar la de reparar los sistemas dañados. De ese modo Kiki se convierte en la representación clave, con una historia un tanto infantil de por medio, claro está, de los nano bots encargados de actuar en los momentos más importantes, en la reparación. Recordemos que estos pequeños agentes son como robots en escalas atómicas y que se encuentran actualmente en pleno desarrollo aunque su tecnología falta aún estudiar más a fondo.

Ahora, nosotros debemos movilizar a nuestro amigo Kiki que se encuentra dentro de habitaciones aparentemente sin salidas que en realidad son diferentes dimensiones. En cada una de ellas habrán una serie de objetos que tenemos que ir poniendo en orden, ya sea moviéndolos, haciéndolos encajar, alcanzando otros tantos mediante el movimiento, para poder abrir la puerta de salida y pasar a un siguiente nivel con el objetivo continuar con nuestro arduo trabajo de ‘arreglar la casa’. Este nano bot tiene la forma de un pequeño carrito cilíndrico rojo con la trompa puntiaguda. Puede cambiar de diferentes posiciones y andar para adelante y en retroceso. No es muy sencillo de maniobrar ya que la visión desde donde lo vemos cambia conforme avanza y la desorientación se acrecienta ya que puede subir por las paredes para buscar las mejores posiciones y formas de cumplir sus objetivos. Puede disparar porque en algún momento se necesitará usar esta arma para destruir otros nano bots arruinados.

Parecerá un poco difícil de entender al principio pero utilizando un poco de inteligencia podremos dar solución a muchos de los rompecabezas que se nos presentan en el momento. Hay que tener en cuenta que las tareas en todos los niveles no son iguales, por el contrario son distintas y con diferentes formas de solución. En total son 50 niveles en los que tenemos que demostrar destreza e inteligencia para resolver al instante cualquier situación.

Durante el juego aparecerá un robot parecido a Kiki pero en color azul, este es un robot mutante que además es muy tonto porque dispara a diestra y siniestra sin importarle a donde apunta, debemos tener cuidado con él porque puede arruinar nuestros planes, a veces lo mejor es ignorarlo. Tendremos que reconocer también cuando una puerta está activa o inactiva para poder pasar al siguiente nivel. Una vez que cumplamos un objetivo puntual se activará y podremos salir sin más que hacer en el lugar. Encontraremos también bloques en el camino que hay que mover para apoyarnos en ellos, pero a diferencia del mundo real, el nano mundo tiene sus propias leyes físicas, no hay ley de gravedad por lo que al mover un bloque puede caer en diferentes lados de acuerdo a la perspectiva desde donde miremos las cosas.

Se debe tener cuidado con las bombas rojas ya que una bala nuestra o de algún nano bot mutante puede impactarle y hacerla estallar, lo que ocasionaría que se separe en varios fragmentos que pueden ir en todas las direcciones y empujar algunos bloques que hemos estado moviendo.

Nos toparemos también en algún momento con una serie de objetos como un motor, que posee una energía cinética y nos ayudará en nuestro movimiento o con engranajes que son transportadores de energía y hasta incluso con alambres, que así como los engranajes sirven de igual modo para transportar energía que nos puede servir para abrir puertas de salida.

Kiki el nano bot resultó ser un juego 3D puzzle muy entretenido para aquellos a los que les atrae los retos y los juegos para pensar. Es una mezcla de Sokoban y Kula Mundo y los gráficos son de un buen nivel pese a ser simples y muy geométricos. En el menú principal del juego se puede configurar el idioma, cambiar los controles, activar o quitar el sonido si es que queremos y controlar el volumen a voluntad.

Podemos encontrar disponible este juego en distintos sistemas operativos como Windows, Mac OS X y otros, es muy fácil de descargar y apenas pesa 3 Mb.

Una vez que uno empieza a jugar Kiki the nano bot le parece un juego demasiado simple y repetitivo, como no tiene paisajes y escenarios distintos nos podemos hacer a la idea de que nos aburriremos con facilidad. Sin embargo una vez empezado el movimiento y cumpliendo la primera visión no necesitaremos de mayor estímulo para continuar con los siguiente niveles. Luego cuando se nos complica un poco más, ahí estará el reto a superar y hasta lo podemos tomar de modo muy personal.

Kiki the nano bot recibió premios importantes que prueban que es un buen juego: Obtuvo los galardones del concurso de Programación 2008 en el juego uDevGame en las categorías de “Mejores Gráficos”, “Mejor Originalidad” y “Mejor Juego global”. Con esto nos daremos cuenta que jugar Kiki puede darnos un rato de entretenimiento y también una forma de concentrarnos en una tarea que puede ser tan importante como lo es reparar las máquinas del futuro, aquellas creadoras de los nano bots. Para descargar el juego haga clic en este enlace.

Via Juegoslibres